viernes, 12 de junio de 2009

LA UNIVERSIDAD CATÓLICA EN PELIGRO

La Pontificia Universidad Católica del Perú, vive sus días más aciagos. Como nunca se le han juntado problemas que antes nunca había tenido.

Es notoria una disminución del alumnado por la aparición de universidades que aunque de mucho menor calidad que la PUCP, le han restado postulantes y han significado un drenaje importantes no sólo en cuanto a profesores (contratados por otras universidades) sin de alumnos y por lo tanto de ingresos.

Se suma a ese problema y un poco como consecuencia del mismo, los reclamos de sus trabajadores por mejores remuneraciones, que si bien ha sido solucionado y otras veces ya ha lidiado con ese inconveniente, es probable que a muy corto plazo volvamos a ser espectadores de nuevas demandas laborales.

En su afán de reconquistar alumnado, la universidad ha adquirido un inmenso terreno de propiedad de él nada católico vendedor inmobiliario Rodolfo Banchero. Dicho terreno ubicado en el distrito de Surco, tiene en pié de guerra a los vecinos de la Urbanización Los Älamos de Monterrico los mismos que cuestionan la posibilidad de que algunas facultades de la PUCP se conviertan en vecinos de esa zona.

Como si fuera poco, el Cardenal del Perú Juan Luis Cipriani para más señas Arzobispo de Lima y miembro del poderosísimo OPUS DEI, pretende tener atribuciones dentro de la marcha de la universidad y ha conseguido pronunciamientos tanto judiciales como institucionales, que buscan apoyar su lucha para enquistarse en la PUCP y convertirla en un bastión de su fanatizada forma de practicar la Religión Católica.

Para ello, cuenta con poderosos aliados el Cardenal. Aparte de los abogados que se ha buscado, uno de los cuales es ni más ni menos que funcionario de confianza del gobierno en el Ministerio de Defensa, el actual embajador del Perú en Italia, Rafael Rey públicamente y sin pudor político, apoyo la intromisión en la universidad, cuando ejercía el cargo de ministro del partido Aprista en el sector Producción.

Esperemos que todo termine bien para la PUCP, que a no dudar es considerada hasta el momento como la universidad peruana mejor considerada internacionalmente. De no ser así y que por desgracia cayera en manos de quien no debe, no sólo perdería calidad, sino que con ello gran parte del alumnado emigraría a otras universidades.

El Perú a no dudarlo perdería si se produce un fallo desfavorable a la PUCP, ya que a pesar de la presencia de algunos profesores y autoridades muy cuestionados, sigue siendo una isla dentro del mar de corrupción universitaria en que vivimos. Universidades que funcionan por que se los ha permitido una acción de amparo de un juez remoto, u otras que otorgan títulos sin que los alumnos siquiera conozcan la ubicación de su casa de estudios, son a no dudar lo el panorama actual de nuestra educación superior.

A las pruebas me remito: Un señor llamado César Acuña que además de alcalde de Trujillo es rector-propietario de dos universidades (Cesar Vallejo y Señor de Sipan) decía el otro día en una entrevista que estaban dictando unos cursos a profesores de colegio en sus universidades, para que supieran enseñar más mejor.

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