miércoles, 29 de abril de 2020

Las inútiles quejas contra los jueces

El 16 de noviembre del 2018 formulé queja ante la Oficina Desconcentrada de Control de la Magistratura ODECMA de la Corte Superior de Lima contra la juez del décimo juzgado civil de Lima doctora Rita Cecilia Gastañadui Ramírez.

La ODECMA, el 18 de diciembre del 2018 resuelve desestimar la queja contra la juez y de oficio, la convierte en una queja contra Yhene Ermelinda Rodriguez Silva especialista legal del décimo juzgado Civil de Lima, es decir una de las secretarias de la juez.

En qué consistían las irregularidades denunciadas? A continuación te lo contamos. 

En ese juzgado se había presentado el señor César Manuel Eduardo Chávez Álvarez demandando en julio del año 2013 a Jorge Armando Aparicio Zegarra el otorgamiento de escritura pública para que lo reconozcan como propietario de un inmueble ubicado en la calle Porta 287 en Miraflores. 

Como cualquier persona que se cree con derecho, Chávez había hecho lo que corresponde y está amparado por el Código Civil y el Código de Procedimientos Civiles. Pero, teníamos algunos reparos. El primero de ellos, es que sustentaba su demanda, solo con una copia fotostática de un supuesto contrato mediante el cual Jorge Aparicio Zegarra le había vendido la propiedad mencionada que valía 500 mil dólares en 100 mil. A pesar de ello, la Juez admitió la demanda sin tomar en cuenta que hay numerosas ejecutorias que señalan que una copia fotostática no puede ser sustento para una demanda y menos por supuesto, para una de otorgamiento de escritura pública de un inmueble Sin embargo pese a hacerle ver a la juez éste “defecto” el proceso continuó. Recuerdo que en una de las oportunidades en que me entrevisté con la mencionada doctora Gastañadui y le reclamé por tal hecho además de la demora en tramitar el expediente, me respondió muy suelta de huesos, que no me preocupara, que todavía no iba a dictar sentencia.

Como quiera que el demandante Chávez utilizando esa copia fotostática de un falso contrato de compra-venta, del proceso que tramitaba la juez Gastañadui y de un certificado obtenido fraudulentamente en la municipalidad de Miraflores, estafó a varias personas a las que les “vendía” el inmueble del que no era dueño, fue denunciado penalmente y la juez del 30 Juzgado Penal de Lima lo condenó a 6 años de pena privativa de la libertad en agravio de Jorge Aparicio, la Municipalidad de Miraflores y el Poder Judicial-Rita Cecilia Gastañadui Ramírez. La sentencia en contra de Chávez que ha quedado consentida al no haber sido apelada por éste, se sustentó en que el contrato de compra-venta con el que había tratado de vender la propiedad y que usaba ante las autoridades municipales era falso.

SI, el contrato cuya copia fotostática había avalado la juez Gastañadui para admitir y seguir la tramitación de la demanda, era falso y ella, estaba considerada como agraviada por la juez del 30 Juzgado Penal de Lima al haber sido sorprendida con la copia fotostática de ese contrato falso.

El proceso en el despacho de la juez Gastañadui continuaba y continuaba muy lentamente a pesar de que ella ya conocía la condena contra Chávez. Al no proveer nuestros escritos en plazos razonables, fue que presentamos la queja de noviembre del 2018 la que como hemos relatado fue desestimada y se decidió que la responsable de la demora era la especialista Yhene Ermelinda Rodríguez Silva por tanto debía iniciarse en su contra el correspondiente proceso administrativo, que oh sorpresa, terminó con una resolución de la ODECMA el 5 de junio del 2019 en la que también Absolvía a Yhene Ermelinda y culpaba de la demora en tramitar los escritos, al auxiliar César Martín S. a quien ya se le había llamado la atención por esa demora.

Ni siquiera se rompió la pita por el lado más débil. No se rompió por lado alguno, mejor dicho si se rompió y se rompió, como de costumbre por el lado del litigante menos favorecido por la autoridad judicial, es decir en este caso por el demandado.

La ODECMA en sus 2 resoluciones absolutorias que tienen como fundamento la famosa “Carga Procesal” para justificar la demora en la tramitación de los expedientes, no dice una sola palabra de que una juez civil continúe tramitando un proceso con un documento que una juez penal ha demostrado que es falso y que considera que esa falsificación es también en agravio del Poder Judicial. No se refiere tampoco a que se ampare una demanda con un documento ya no solo en copia fotostática, sino falsificado. Hasta la fecha y pese a habérsele pedido a la juez Gastañadui que de por concluido el proceso, lo continua y es más, ha ordenado que se lleve a cabo un peritaje de las firmas de la copia fotostática del documento falso. Cuando notificó en el colmo del absurdo, que el demandado Jorge Aparicio Zegarra o sea nosotros, pagásemos los honorarios de los peritos, volvimos a hablar con ella e insistió en que pagásemos el peritaje para demostrar que el documento era falso, cuando a quien en todo caso, si es que como la disparatada idea de la juez cree que se puede hacer una pericia de una copia fotostática, tendría que hacer ese pago es el demandante Chávez Álvarez que obviamente, no lo hará y además se encuentra prófugo de la justicia.

Así funciona el Órgano de Control del Poder Judicial.

lunes, 27 de abril de 2020

PERSONAJES OLVIDADOS EN LA HISTORIA DEL APRA II

El 6 de mayo de 1932 el jefe de la policía de entonces Damián Mústiga con un gran grupo de policías ingresan por la fuerza a la casa de Carlos Plenge en la avenida Pardo 460 (otros la ubican en el número 306 de esa misma avenida) en el distrito de Miraflores donde se hallaba refugiado Víctor Raúl Haya de la Torre pariente de la esposa de Plenge, lo capturan y se lo entregan al prefecto de Lima Julio Chávez Cabello, quien al día siguiente lo hace llevar al Panóptico que es como se conocía a la Penitenciaria. La Penitenciaría era la cárcel más importante del país y estaba ubicada en donde actualmente se encuentra el hotel Sheraton del centro de Lima. En dicha prisión se le coloca en una celda miserable donde contaba con un catre sin colchón, no tenía ni luz del sol al haberse tapiado la ventana ni artificial. En esa celda estuvo Haya de la Torre preso durante un año.

Director del Panóptico era al llegar Haya, don Arturo Váldez Muente quien fue cambiado a los pocos días por intentar mejorar las condiciones del preso y remplazado, por Pedro Carrasco quien si cumplió las órdenes del gobierno al pie de la letra, acicateado además, por los acontecimientos ocurridos al poco tiempo en Trujillo donde los apristas se habían sublevado contra el gobierno militar. Haya de la Torre no solo estaba en una celda inhóspita sino sufría maltratos y vejámenes de las autoridades del penal, aliviada su situación en algo por la ayuda desinteresada de algunos presos entre los cuales debemos mencionar a Adolfo Riojas preso común y Germán Rodríguez militante aprista a quienes probablemente le debió el líder seguir con vida.

También debemos destacar, la actuación de quien en ese momento era juez Instructor el doctor Pelayo Samanamud quien a diferencia de magistrados como Burga Ballón, Laines Lozada, Cesáreo Vidalón hizo valer los derechos del detenido e incluso abrió proceso contra el director del penal Pedro Carrasco a quien no pudo condenar a pesar de sus esfuerzos por habérselo impedido las instancias superiores del Poder Judicial.

Un acontecimiento histórico de importancia, es sin lugar a dudas la Revolución de Trujillo. Significó el rompimiento total y absoluto del partido aprista no solo con el gobierno sino con las Fuerzas Armadas, que recordarían durante muchos años, la muerte sangrienta de oficiales del Ejército Peruano y la Policía por participantes apristas en la sublevación del 7 de julio de 1932 a pesar de que los militares y policías se encontraban presos y por lo tanto desarmados en la comisaria de Trujillo. Los participantes en el asalto al cuartel O’Donovan de Trujillo entre los que destacaron Manuel Barreto Risco, Remigio Esquivel, Delfín Montoya, Alfredo Tello Salavarria, Jorge Idiáquez, Lastenio Morales dieron inicio a la revolución cayendo en el ataque algunos de ellos como Barreto a quien apodaban “El Búfalo” y de cuyo apodó tomó nombre la fuerza de choque del partido aprista que hasta hoy subsiste.

Los oficiales del Ejército Juan Silva Cáceda, Luis Pérez Salmón, Manuel Morzán, Víctor Corantes, Ricardo Revelli, Alfonso Molina y oficiales de la Guardia Civil Eduardo Carbajal Loayza, Alberto Villanueva Gómez, Carlos Hernández, Carlos Valderrama y Miguel Picasso Rodríguez fueron las víctimas indefensas a quienes incluso se les torturó y mató de la manera sangrienta como el caso del Comandante Silva Caceda y el Álferez Miguel Picasso a pesar de ser el primero de ellos amigo de los hermanos Haya de la Torre.

De un lado y del otro se cometieron abusos y excesos fomentados en algunos casos por venganzas personales y traiciones a los subversivos como ellos mismos señalaban en particular acusaban de buitres a los diarios regionales La Industria y La Nación de propiedad el primero de la familia Larco Herrera y de Miguel Cerro Guerrero el segundo que curiosamente había sido fundado por Raúl Edmundo Haya de la Torre a fines del siglo XIX, ni más ni menos que el padre de Víctor Raúl. Y la acusación contra ellos según relata Murillo, consistió en que delataron ante las autoridades a los que habían participado en la sublevación, siendo el caso del piurano Miguel Cerro entendible, dado su parentesco con el dictador Sánchez Cerro.

A pesar de que han tratado de negar la participación de APRA en el asesinato de los militares y policías que se encontraban recluidos en la comisaría de Trujillo, y no solo lo hace la obra de Murillo, es evidente que tuvieron mucho que ver. Algunos de los asesinados como es el caso del teniente Alberto Villanueva y otros de los muertos en la comisaría habían participado meses antes de la revolución, tanto en Paiján como en Chocope en matanza de miembros de ese partido cuando allanaron sus locales e incluso violaron a militantes como ha dejado escrito Luis Chanduví Torres. Otra de las víctimas del APRA el comandante Silva Caceda fue acusado de traidor por los apristas quienes días antes del 7 de julio, pintaron paredes de las calles de la ciudad de Trujillo con ese calificativo.

El Mayor del Ejército Peruano Remigio Morales Bermúdez Sánchez asesinado en 1939 es probablemente otra víctima de los apristas. A pesar de que Murillo nos trata de disuadir de esa idea e incluso relata que el hijo de la víctima que probablemente haya sido el luego presidente Francisco Morales Bermudez, se despidió cordialmente de ellos cuando acompañaba el cadáver de su padre, no despeja la duda de la autoría de ese crimen y no por orden de la jerarquía máxima del partido, pero si por militantes que recordaban que éste militar había sido fiscal de la Corte Marcial que juzgó y condenó a muerte al Comandante del Ejército Peruano Gustavo Jiménez Sánchez “El Zorro Jiménez”, quien se encontraba plenamente identificado con el APRA a tal punto que había participado con ellos, en acciones contra el gobierno. A eso hay que añadir que junto a Jimenez y otros militares insurrectos, fue fusilado el joven y promisorio dirigente aprista cajamarquino Luis Benjamin Gálvez Tafur.

El General Benavides. Oscar Benavides Larrea que llegó al grado de Mariscal del Ejército del Perú, no tenía como bien dice Percy Murillo antecedentes recomendables. Había derrocado al presidente Guillermo Billinghurst el año 1914 por encargo de la oligarquía y cuando asesinan los apristas al presidente Sánchez Cerro, asume la presidencia de manera inconstitucional. El 30 de Abril de 1933 el Congreso lo eligió Presidente Provisorio a pedido del diputado por Cajamarca Guillermo Hoyos Osores. La oposición la constituían apenas 7 parlamentarios ya que los parlamentarios apristas salvo Cuculiza habían sido deportados lo mismo que los del partido descentralista. Benavides obtuvo 81 de los 88 votos del Congreso incluyendo el de Víctor Andrés Belaunde para gobernar como lo hizo hasta 1939 persiguiendo a sus opositores en especial a los del APRA con breves intervalos de coordinación con ellos que hicieron sospechar a muchos en particular a los miembros del partido Unión Revolucionaria de Sánchez Cerro, de la complicidad en la muerte de su líder.

Alfredo González Prada tal como lo cuenta Murillo, reprodujo por esos años, el libro de su insigne padre Manuel “Bajo el oprobio” y dice en el prólogo: ” Sufre hoy el Perú el mismo oprobio de 1914 y 1915. Nada ha cambiado excepto los guarismos del calendario. La misma taifa híbrida de soldadesca y civilismo tiraniza al país, los mismos parásitos se ceban con la misma voracidad en los mismos infortunios de la Patria y hasta el mismo individuo ¡el mismo Oscar R. Benavides¡ acaba de encaramarse a la Presidencia sobre el cadáver tibio de un tirano asesinado…”

Las prisiones estaban a cargo de miembros del Ejército como el caso de El Frontón que lo dirigía el comandante Eduardo Vargas Mazen “más conocido con el sobrenombre de “La Bestia” por las torturas a que sometía a los presos políticos que iban a parar a esa isla frente a El Callao. La Penitenciaria, la dirigía Eduardo Lanatta que había sido prefecto de La Libertad donde ya tenía fama de perseguir a los apristas y lo asesoraban los hermanos Luis y Humberto Solari Hurtado, el primero de los cuales, había sido edecán de Sánchez Cerro y años más tarde, embajador del Perú en Francia durante el gobierno del dictador Manuel A. Odría.

Siguió por varios años la persecución contra los apristas, que a decir verdad se la ganaban a pulso por el uso de métodos violentos con sus adversarios. A raíz de la fuga de la prisión del Comandante de la Fuerza Aérea Peruana José Estremadoyro vinculado al APRA se producen las muertes de un comandante de la Guardia Civil Víctor Najarro Develois y luego, del dirigente obrero Juan Marcial Rossi Corsi, acusando de esos crímenes el ministro de Gobierno y Policía Ricardo de la Puente Ganoza a los apristas y según ellos tal como lo relata Percy Murillo injustamente calificando a éste ministro de personaje taimado y brutal obsesionado en liquidar al APRA, para lo cual había hecho circular en todo el territorio nacional un telegrama que decía: “ Celebra día 22 del presente su onomástico, gánster máximo aprista…” se refería a Víctor Raúl Haya de la Torre y daba luego instrucciones de detener a los portadores de propaganda de ese partido o de cualquier otro artefacto que los delincuentes apristas empleen. Versión confirmada según Murillo por Felipe Cossío del Pomar en su libro “Víctor Raúl”

De la Puente el feroz perseguidor de los apristas y quien calificaba de “gánster” a Víctor Raúl Haya de la Torre, era ni más ni menos hermano del padre de actriz y luego parlamentaria precisamente del APRA, Elvira de la Puente.

Y ya que de actrices hablamos, no puedo dejar de mencionar bajo pena de ser desalojado de mi casa en ésta cuarentena, al abuelo de mi esposa “el gringo” Brescia. A quien en el libro de Murillo se menciona en varias oportunidades y cita incluso a Luis Alberto Sánchez quien refiere que en el grupo de fundadores y el equipo inicial del diario “La Tribuna” órgano fundamental del partido Aprista en mayo del año 1931, estaban:” Seoane, yo, Rosay, Juan Manuel Raygada, Hugo Otero, Arturo Sabroso, Luis López Aliaga, el gordo Zevallos y el “gringo” Brescia”. Se refiere a Ángel Brescia Camangi que además de fundador de La Tribuna, dirigente aprista en Huancayo también fue condecorado con la prisión en varias oportunidades y padre de Ángel Brescia Bossio padre de Pilar.

jueves, 16 de abril de 2020

PERSONAJES OLVIDADOS EN LA HISTORIA DEL APRA - I

Aprovechando la cuarentena por la epidemia de coronavirus, entre otros libros leí: “Historia del APRA” de Percy Murillo Garaycochea

No se trata de una pieza literaria, pero si contiene mucha información a veces no fidedigna tratándose de un aprista convicto y confeso, pero que en nos ilustra sobre la historia del APRA del Perú y la actuación de algunos personajes que como siempre en nuestra política, supieron camuflarse o como se dice ahora “reinsertarse” luego de haber tenido actuaciones nefastas y hasta criminales contra quienes eran sus enemigos políticos. 

Lo primero que quisiéramos comentar es la gesta universitaria liderada por Víctor Raúl Haya de la Torre el 23 de mayo de 1923, en que aglutinó a una multitud entre la que se encontraban estudiantes y obreros tras la protesta por la pretendida consagración del Perú al Corazón de Jesús, lo que violaba flagrantemente la separación de la iglesia católica y el laicismo que correspondía al Estado siendo que además tras esa ceremonia religiosa, había una maniobra política del gobernante de entonces: Augusto B, Leguía

La concentración contra el acto de la iglesia católica y el gobierno fue un éxito. Pero al querer avanzar la multitud desde la Universidad de San Marcos hacía la Plaza de Armas, la policía se lo trató de impedir y se produjo un enfrentamiento en el que murieron el estudiante Manuel Alarcón Vidalón y el obrero Salomón Ponce Ames. 

Percy Murillo en su libro al contar estos hechos, comete a mí entender dos errores. En primer lugar, dice que mientras la policía disparaba a los manifestantes, estos se defendían con ladrillos, pero sin embargo añade hubo 5 policías muertos. Es decir no podrían haber sido solamente una respuesta de ladrillos la de los obreros y estudiantes, sino probablemente hubo también de ese lado disparo de armas de fuego que causaron la muerte de no 5 sino 3 policías, Ruperto Goitia, José E. Torres y Jesús Vásquez, que a diferencia de las víctimas civiles, fueron enterrados silenciosamente por el gobierno. 

Este acto de provocación del gobierno de Leguia en consecuencia, le produjo la muerte a 5 peruanos en la jornada del 23 de mayo de 1923 y que fue sin lugar a dudas, histórico no solo por el acontecimiento mismo, sino por que catapultó a Haya de la Torre como líder quien ya tiempo atrás había tenido participación importante en la jornada por la lucha de las 8 horas de trabajo. 

El gobierno de Leguía en consecuencia, no solo es responsable de la muerte de Alarcón y Ponce sino de los humildes policías que fueron a cumplir órdenes y cuya muerte pasó al olvido. 

Ministro de Gobierno y Policía como se llamaba entonces al Ministro del Interior era Pedro José Rada y Gamio a quien además de la responsabilidad de esas muertes, le endosa Murillo merecidamente por cierto, los calificativos de áulico y devoto fiel de Augusto B. Leguía pero sobre todo, incide como han hecho muchos historiadores, en la apariencia ridícula del personaje al que la historia ha considerado el símbolo de la adulonería y servilismo en la política y de quien nos ocuparemos en otra ocasión cuando hablemos de personajes similares en otros gobiernos que ha tenido el Perú. 

Conviene recordar como lo hace Murillo en su libro, algunos de los acuerdos del primer congreso del APRA el año 1931 que resultaron en algunos casos adelantados para su tiempo y en otros desvirtuados totalmente por los apristas que llegaron luego al gobierno. 

Manuel Seoane el año 1957 lo recordó en el III congreso del partido Aprista, y expresamente señaló que Víctor Raúl Haya de la Torre les encargó la tarea del primer programa de gobierno. 

“Declaración por escritura pública del monto exacto y detallado de los bienes que posee el nombrado o elegido, declaración que se renovará al dejar el cargo o ser promovido a otro y que publicará el órgano oficial del Estado” 

¿Cuánto hubiera servido a quienes 60 años después, ocuparon cargos públicos o fueron elegidos durante los gobiernos del APRA


Otro punto del programa que por indicación de Haya debía ser no “una lista de lavandería" sino un documento sólido y orgánico, es el capítulo concerniente a la minería: “Orientaremos nuestra política en forma de alcanzar en un futuro próximo la nacionalización de la industria extractiva”, “ Procuraremos la inmediata nacionalización de la industria de algunos metales , tales como el vanadio y el oro, comenzando por las reservas de las zonas que los contienen” 

Comparemos esos postulados con la política del “Pero del Hortelano”. Verdad que no se parecen en nada?. Claro que se puede cambiar, pero no tanto. 

ALBERTO HIDALGO: A propósito de las elecciones de 1931 dice Murillo que el poeta Alberto Hidalgo aprista en ese momento, decía en uno de sus más celebrados discurso de la campaña electoral que: “ en el gallinero político del Perú sólo existían dos gallos: Haya y Sánchez Cerro” Sus ataques a José María de la Jara, añade Murillo estuvieron provistos de innecesaria procacidad. 

Pues bien. El que más lisonjeaba a Víctor Raúl, terminó siendo su más duro crítico. Renunció al APRA en la que había militado y luego de su renuncia entre las cosas más suaves que dijo de su líder estaba_ “Haya de la Torre desde que tiene uso de razón está buscando empleo que no se le da nunca, el empleo de la Presidencia de la República. Como no ha podido conseguir esto ha inventado la manera de vivir sin trabajar. Nunca lo ha hecho ni lo hará” . Uno de sus poemas refiriéndose a Víctor Raúl comenzaba diciendo: “Te deseo una muerte a pedacitos…” 

Pero no solo ese y muchos ataques contra Haya de la Torre en términos muy ofensivos, sino a todos los apristas que a diferencia de él no habían renunciado. Célebre es la actuación en la Casona de San Marcos cuando desde el balcón del patio de letras trataba de hablar Hidalgo y números apristas desde el primer piso le gritaban: “abajo los traidores” respondiendo Hidalgo: “si abajo están los traidores”. Ya se imaginan el pandemonio que se armó. Hidalgo y sus acompañantes tuvieron que salir huyendo de la furia de sus ex compañeros. 

OSCAR MEDELIUS: No nos referimos al que fuera congresista del fujimorismo y vinculado a la falsificación de firmas para los procesos electorales, sino a su abuelo a quien el libro de Murillo lo identifica como quien iba a asesinar a Víctor Raúl Haya de la Torre en vísperas de las elecciones de 1931. “ La prueba de fuego para el joven partido aprista y su candidato lo esperaba en Lima. Para el 15 de agosto estaba anunciada la llegada de Haya de la Torre a la Capital. Lima era un hervidero de conjeturas y presagios nefastos ya que se rumoreaba con insistencia la existencia de un complot para asesinarlo y se sindicaba al agente de aduanas, Oscar Medelius, incondicional servidor de Sánchez Cerro, como su cabecilla” Incluso cita Percy Murillo las memorias de Luis Alberto Sánchez para reafirmar su afirmación. 

Medelius tenía antecedentes. El 24 de abril de 1930 fue detenido junto al ex juez Manuel Jesús Urbina, el criado de éste Humberto Peña Olivera, Víctor Flores, Ignacio y Carlos Carrillo, Manuel Montes y el sub teniente del ejército peruano Darío Luna acusados de complotar contra la vida del presidente Leguía a quien pretendían quitarle la vida mediante el uso de unas bombas. Esto le valió como mérito para ser elegido diputado por el partido Unión Revolucionaria de Sánchez Cerro y siguió desde el parlamento como relata Murillo, es una actitud matonesca: “Es un hecho incontrovertible que, ante su manifiesta impotencia ideológica. La mayoría gobiernista apeló al recurso de la fuerza. En las sesiones abundaban los insultos y provocaciones verbales de los representantes gobiernistas, entre los cuales por su lenguaje procaz el chalaco Oscar Medelius, personaje de sinuosa trayectoria identificada en el tráfico ilegal de las aduanas y junto a él, hacía gala de iracundia el anciano Manuel Diez Canseco Romaña” 

LA CUCULIZADA.-Casualmente el término se origina en el apellido de un constituyente aprista de 1931 tío de la luego congresista fujimorista Luisa Cuculiza. Habían sido elegidos 23 representantes al congreso por el partido aprista entre los que se encontraba el huanuqueño Miguel Cuculiza Vélez de Villa, quien según la historia que relata Percy Murillo y lo que dijeron mucho tiempo los apristas, fue “el único que pactó su silencio a cambio de su libertad”. En efecto de los 23 representantes parlamentarios del APRA el único que no sufrió ni cárcel ni destierro fue Cuculiza, quien se quedó en ese parlamento controlado por el Sanchezcerrismo. El 17 de febrero de 1932 el comandante Ricardo Guzmán Marquina por orden del prefecto Julio Chávez Cabello detuvo a 23 constituyentes 22 del partido aprista y Víctor Colina del Partido Descentralista. 

Entre los parlamentarios que no se doblegaron y a consecuencia de ello, fueron deportados estaban: Seoane, Cox, Luis Alberto Sánchez, Heysen, Showing, Guillen, Spelucin, Pérez Treviño, Sabroso, Neuhaus y Manuel Arévalo Cáceres éste último asesinado el año 1937 por encargo del gobierno. 

Esa traición de Miguel Cuculiza es la que originó entre los apristas el término “cuculizada” como sinónimo de traición.

miércoles, 8 de abril de 2020

Municipalidad de Jesús María: Una pícara alcaldesa y ahora narcotraficante

A fines de los años 90 y comienzos de los 2000, fue alcaldesa del distrito de Jesús María y por dos periodos, Francisca Izquierdo Negrón, más conocida como “Paquita”. 

De sus obras no guardan los vecinos memoria alguna, me refiero a sus obras en beneficio de la colectividad. De lo que muchos si se acuerdan, son de las felonías que a su paso cometió durante los 8 años en que estuvo en la alcaldía y que hicieron honor a su apellido materno. 

Era yo congresista en esos años y conocía a “Paquita” de cuando fuera diputada por el Partido Popular Cristiano por el departamento de Cajamarca de tal manera que cuando salió elegida burgomaestre tuve la confianza de llamarla en más de una oportunidad a fin de trasmitirle los reclamos que efectuaban los trabajadores de su municipio, así como los pensionistas y algunos vecinos quienes habían incluso conformado el Frente de Desarrollo Comunal con el fin de pedir su vacancia. 

Pero al principio todo parecía marchar sobre ruedas. Me atendía muy amablemente y ofrecía hacerlo también con los trabajadores y vecinos. Pero todo cambió cuando al estarle debiendo varios meses a los pensionistas de la municipalidad de Jesús María y habiendo ofrecido cumplir con ellos, no solo no lo hizo sino que como un acto de ostentación y de desprecio, inauguró un nuevo local de la Municipalidad con orquesta, bocaditos y champan, mientras fuera del local y mendigando sumas miserables se congregaban personas que habían trabajado 20, 30 y hasta 40 años en la municipalidad que ahora saqueaba “Paquita” Izquierdo Negrón. 

Al día siguiente y enterado del banquete, le reclamé y apenas había mencionado el incumplimiento de su ofrecimiento de cumplir con el pago de las pensiones adeudadas y los sueldos que esperaban los trabajadores, me colgó el teléfono y nunca más he cruzado palabra con ella. 

La primera pregunta que me hice y se hacían vecinos, pensionistas y empleados era cómo había comprado un nuevo y faustuoso local municipal sin las arcas de su municipio según ellas estaban exánimes? 

Resulta que había comprado la casa con un préstamo del Banco de Crédito del Perú, pero pagando más del 100% de lo que realmente costaba el inmueble de la flamante nueva sede municipal. Le vende a la municipalidad la casa de la avenida Mariategui 850 el 2 de junio de 1998, el señor Jaime Palencia Suarez un ciudadano español que la había adquirido pagando 600 mil dólares con una cuota inicial de 20 mil dólares el 16 de julio de 1997. Suponiendo que hubiera pagado realmente los 600 mil dólares, ya que en la escritura se pactó que 580 mil se pagarían 6 meses después de los 20 mil, en soles de esa época significaban Un millón quinientos setentaiocho mil (1,580,000.00). Saben con cuanto pago “Paquita”? Pues Tres millones trescientos treintaicuatro mil soles es decir Un millón doscientos ochenta i dos mil trescientos siete dólares. 

Porqué pagó “Paquita” SEISCIENTOS OCHENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS SIETE DOLARES MÁS cuando se negaba a pagar 25 mil dólares de pensiones y sueldos atrasados a pensionistas y trabajadores? 

La respuesta la encontramos cuando nos llegaron más denuncias en su contra. “Paquita” había resultado todo una pícara. 

Despidió durante el inicio de su gestión a 175 obreros municipales y 20 empleados dando como argumento que existía excedente de personal, días después contrato a 3 300 nuevos trabajadores. Por supuesto que entre esos 300 habían fantasmas y parientes quienes se beneficiaron de los beneficios sociales que Paquita no les pagó a los despedidos. 

Le embargó al Instituto Peruano de Seguridad Social lo que ahora es ESSALUD, más de 10 millones de soles y nunca dio cuenta del destino de esos recursos. Dicho sea de paso fue denunciada por esto y le abrieron proceso por los delitos de Exacción Ilegal y Apropiación Ilícita que no conocemos en que terminó aunque suponemos que con la “buena suerte” que tenía no haya sido sancionada. 

Contrató con una empresa llamada Tour Car SA para que brinde servicios de limpieza del distrito de Jesús María y le pagó 5 millones 307,491 soles y el representante de esa empresa había sido el jefe de la policía municipal. 

El caso más escandaloso del que se tiene conocimiento ya que habrá algunos que nunca nos enteramos, fue la contratación de la empresa Master Digital EIRL por la Municipalidad de Jesús María para que detectara a los deudores de dicha comuna y por lo cual le pagaría el 25% del monto detectado. 

Master Digital se había constituido el 5 de febrero de 1996 con un capital de 1000 soles y su local era un quiosco en el Centro Cívico. El 4 de marzo de ese año, es decir al mes de constituida “Paquita” propuso al Consejo Municipal su contratación para el trabajo mencionado gracias a la “experiencia” que tenía, sin siquiera mencionar que había sido constituida para la venta de repuestos de computadora recién un mes antes. 


Foto: Radio marañon.