jueves, 2 de julio de 2009

LUIS VARGAS VALDIVIA Y UNA HISTORIA TRUCULENTA

Flor de María Mayta Luna ex fiscal prófuga de la justicia por sus vínculos con Vladimiro Montesinos, ha publicado un libro titulado: “CRÓNICAS DE UNA PERSECUCIÓN” y en él, hay pocas cosas rescatables entre ellas, la historia de un pasaje de la vida de Luis Vargas Valdivia ex procurador del caso Fujimori-Montesinos, que revela una faceta que muchos no conocían de quien fuera implacable luchador contra la corrupción.

Año 1993, Flor de María Mayta era la fiscal de la 34 fiscalía provincial penal de Lima y había denunciado ante el 41 juzgado Penal de Lima a diversos funcionarios diplomáticos por los delitos de Peculado y Malversación. La jueza Nancy Quinteros abrió instrucción a Manuel Enrique Zapata Torres, Alfonso Rivero Monsalve, Alfredo Pella y a los otros diplomáticos denunciados, ordenando la detención de los mismos. Zapata fue capturado el día 12 de octubre de 1993 y recluido en la cárcel que el Poder Judicial tiene en el sótano del Palacio de Justicia. Momentos después de su detención, se le tomaron las generales de ley y debía continuar su declaración instructiva, al día siguiente a las 9.30 a.m. para lo cual notificaron a la fiscal Mayta Luna. Cuando se encontraba el inculpado rindiendo su declaración y sin la presencia de abogado lo que había expresamente aceptado, hizo su aparición un Doctor apellidado Yon Ruesta quien luego de parlamentar con Zapata Torres y sugerirle que se negara a declarar sin abogado, la diligencia se suspendió para el día siguiente a la misma hora.

Al día siguiente al mandar por el detenido, el policía comisionado informó que éste ya no estaba en la celda en que lo había dejado el día anterior y que por orden de la Cuarta Sala Penal de la Corte Superior de Lima, había sido dejado en libertad. Como quiera que nadie había apelado del mandato de detención, la Cuarta Sala no tenía que haber intervenido y por lo tanto la Jueza Quinteros declaró que la libertad otorgada era ilegal. Si bien Zapata Torres había apelado de su detención, su apelación había sido declarada extemporánea y en consecuencia no había subido su expediente a la Corte Superior y por lo tanto no podía haberse dispuesto su libertad. La mencionada jueza emitió una constancia en ese sentido firmada por el secretario del juzgado Aurelio Denegri Tordoya en la que además de precisar que no existía apelación alguna, se dejaba constancia que sus abogados eran los doctores Luis Vargas Valdivia y José Ugaz, habiendo éste último, recusado a la jueza el día anterior y se había negado a recibir la cédula de notificación en donde se declaraba extemporánea la apelación, con el argumento de que debía recibirla Vargas Valdivia.

En esa misma constancia expedida por el secretario del juzgado, se mencionaba cuales de los inculpados si habían presentado apelación en forma oportuna y por supuesto, no figuraba la de Zapata Torres. La Cuarta Sala devolvió dos de los expedientillos de apelación y otros, se habían quemado durante un sospechoso incendio en la mesa de partes de dicha Sala de la Corte Superior ubicada en el tercer piso del Palacio de Justicia.

La fiscal comprobó que la Cuarta Sala había efectivamente enviado un oficio decretando la indebida libertad de Zapata Torres y habló tanto con el presidente de dicha sala el Vocal Carlos Saponara Milligan como con el secretario César Gutiérrez Alonzo, quienes sorprendidos le informaron que el día anterior, es decir el 12 de octubre, habían recibido la visita del Doctor Luis Vargas Valdivia que informó que el incidente de libertad de su patrocinado Manuel Enrique Zapata Torres se encontraba entre los expedientes que se habían quemado en la Mesa de Partes pero que ya la Sala había dictado resolución variando la detención por comparecencia y que en consecuencia, debían oficiar ordenando su libertad. Según Saponara, él le pidió a Vargas la notificación de dicha resolución y Vargas le dijo que no la tenía en ese momento pero que la llevaría luego. Saponara declaró que como conocía a Vargas desde cuando era juez, no dudó de su palabra y ordenó se enviara el oficio. El secretario de la Sala César Gutierrez adujo en su defensa, que como Vargas Valdivia defendía a otros procesados cuyos expedientes si se habían quemado, fue sorprendido por éste.

El Vocal Saponara asustado ante la gravedad de los hechos, los puso en conocimiento de los otros vocales y ordenaron la elaboración de un nuevo oficio en que se disponía la recaptura de Zapata Torres, lo que obviamente no se logró.

La Fiscal Mayta estaba obligada a enviar toda la documentación a la fiscalía de turno y antes de hacerlo, relata que Vargas Valdivia la buscó para que no lo hiciera alegando que le haría mucho daño a su familia en particular a su esposa a quien la fiscal conocía por que en ese momento era jueza y hoy es vocal. La Mayta le dijo que eso era imposible por que también tenía que denunciar el delito el Vocal Saponara a lo que Vargas le contestó que ya había conseguido que Saponara lo hiciera. Continua relatando la fiscal Mayta que cuando se negó al pedido de Vargas, éste se cubrió el rostro y se puso a llorar.

Pocos días después de remitir la denuncia a la fiscal de turno Nancy Vargas Cuba, se enteró que esta la había formalizado ante el 32 Juzgado Penal de Lima por el delito Contra la Administración de Justicia al que se refiere el artículo 416 del Código Penal. La ex fiscal Mayta sigue en su libro con la historia y según refiere, se enteró años más tarde que el proceso se había sobreseído.

Si bien la autora del libro no es muy digna de crédito por sus vinculaciones con Montesinos, transcribe los documentos que prueban sus afirmaciones, es decir, las constancias expedida por el juzgado, la sala penal y la denuncia formulada por la fiscal contra Vargas Valdivia, las mismas que aparecen en las páginas 89,90,91 y 92 de su libro.

El vocal Saponara que no fuera sancionado por su irresponsable actitud, también se le vinculó a Montesinos y no podemos dejar de recordar que apareció en un cuaderno como uno de los vocales a los que el Servicio de Inteligencia les pagaba mensualmente con una planilla paralela. El descubrimiento de ese cuaderno se lo atribuyeron el juez Saúl Peña y el ex procurador Luis Vargas Valdivia en el departamento de Rafael Merino Bartet brazo derecho de Vladimiro Montesinos. Curiosamente el ex vocal Saponara no ha sido comprendido en el proceso que se sigue contra los jueces y vocales favorecidos por la mafia.

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